Las excavaciones en el Cerro del Espíritu Santo comenzaron el pasado mes de mayo, durarán dos meses y han sido posibles gracias a un convenio realizado entre el Ayuntamiento de Vera y la Universidad de Granada.
Después de varios intentos fallidos de excavar e investigar sobre los restos de la antigua ciudad de Bayra, situada en el Cerro del Espíritu Santo, fue el pasado mes de mayo cuando por fin dio comienzo la primera campaña de excavación e investigación de la mano del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas en coordinación con el Departamento de Arqueología y Prehistoria, ambos de la Universidad de Granada (UGR).
El proyecto, coordinado por Pilar Guerra, gerente de la empresa pública Destino Vera (Ferial Vera S.L.), supone un paso muy importante para la historia del municipio, pero también para su desarrollo cultural y económico actual. Tal y como afirma el Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Vera y Consejero Delegado de la Empresa Pública Ferial Vera, Alfonso García, “tanto el Ayuntamiento como la Empresa Pública están dando los pasos necesarios para construir un futuro en el que el Cerro del Espíritu Santo, enclave donde se asentaba la antigua ciudad medieval de Bayra, sea uno de los principales ejes culturales, turísticos y sociales del municipio”.
En este sentido, García ha reconocido que “el Cerro del Espíritu Santo es uno de los yacimientos arqueológicos medievales más importantes de España, por lo que la puesta en valor de este entorno único como recurso cultural y turístico provocará que Vera se convierta en un referente en el Levante andaluz, un lugar de visita obligado para los amantes de la cultura y el patrimonio”.
Investigando nuestro pasado
Fue el 9 de noviembre de 1518 cuando un fuerte terremoto sacudió la Bayra medieval sepultando sus restos bajo montañas de lodo y piedras en lo que hoy conocemos como el Cerro del Espíritu Santo. A partir de aquella sacudida comenzó a construirse la ciudad de Vera en su emplazamiento actual. Estos trabajos que ahora se llevan a cabo en el Cerro nos permitirán conocer un poco más acerca de la forma de vida de nuestros antepasados.
Según estudios realizados previamente por la UGR, se conoce que la ciudad se localizaba en la falda de la montaña, pudiendo abarcar una extensión mucho mayor de la estipulada hasta el momento, y que en la parte alta del cerro se localizaría la Alcazaba. La apertura de caminos realizados en años anteriores para acceder al enclave seccionó parte de los restos de la ciudad, dejándolos al descubierto, lo que ha facilitado la elección de ciertos sectores que son actualmente objeto de estudio.
Los trabajos arqueológicos en el yacimiento están codirigidos por Moisés Alonso Valladares y Alberto García Porras, con el apoyo de los técnicos arqueólogos Carmen Sánchez Castillo y Nicolás Losilla Martínez. Las excavaciones comenzaron desarrollándose paralelamente en tres sectores, y actualmente se están efectuando en dos sectores más.
De estos tres primeros sectores que se han empezado a investigar, dos de ellos (sondeos 4 y 6) corresponden presumiblemente a estructuras domésticas, donde se observan claramente muros de ladrillo y mampostería y restos del derrumbe que tuvo lugar en el momento del terremoto. Para la datación de los niveles arqueológicos, los arqueólogos se apoyan en la cerámica hallada, que sirve para aportar cronología a los restos que se encuentran en la zona, por lo que ya conocen, con cierto grado de certeza, que los hallazgos de parte de estas estructuras se corresponden con el periodo comprendido entre los años 1488 y 1518, etapa conocida por el nombre de mudéjar y correspondiente con los años inmediatamente posteriores a la conquista. Además, con el avance de las excavaciones se ha podido observar que hay estructuras que datan, presumiblemente, de los años posteriores al terremoto, lo que parece indicar que los pobladores de la zona se esforzaron por volver a levantar sus hogares sobre los escombros.
El tercer sector (sondeo 1) excavado y concluido por ahora corresponde a lo que fue la puerta de la Alcazaba, estructura militar y política de la ciudad de Bayra situada justo en lo alto del Cerro, donde hoy está la figura del Espíritu Santo. La planta de esta fortaleza defensiva tiene sus restos bastante superficiales, pero no así la entrada a la misma, por lo que las excavaciones en este punto han ido encaminadas a clarificar el acceso.
Los dos últimos sectores que se han excavado en esta campaña corresponden a los sondeos 2 y 3 y todo indica que fueron también a estructuras domésticas.
A lo largo del período de excavaciones están teniendo lugar visitas guiadas al yacimiento y talleres para todo aquel que quiera interesarse por los trabajos en el yacimiento arqueológico.
Antecedentes
Entre los años 2002 y 2005 se llevó a cabo la construcción de un acceso y de miradores con el fin de hacer el Cerro del Espíritu Santo más accesible y cercano a los visitantes, y en 2004 se llevó a cabo la restauración de un aljibe que fue utilizado como Ermita entre el siglo XIX y mediados del XX. Dos años después, en 2006, el Enclave Arqueológico del Espíritu Santo fue declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de zona arqueológica.
En cambio, no fue hasta 2018 cuando se llevó a cabo la consolidación del Enclave del Cerro del Espíritu Santo, el proyecto más importante en la zona y también el más necesario, puesto que se trató de poner freno al desgaste de elementos patrimoniales de gran valor. El resultado fue la consolidación, restauración y revalorización de los elementos emergentes del enclave arqueológico como restos de murallas y torres medievales, viviendas, el Aljibe-Ermita y la Alcazaba situada en la cima del Cerro.
Dada la importancia de este proyecto de reparación, conservación y dignificación de los restos arqueológicos de la zona del Cerro del Espíritu Santo, el Ayuntamiento de Vera trazó, en 2019, las líneas a seguir en los próximos diez años que se encuentran englobadas en el Plan Director del Conjunto Monumental del Cerro del Espíritu Santo. Este Plan Director contempla, además de la consolidación de los restos arqueológicos, una mejora del acceso al conjunto monumental desde el casco urbano, un edificio de ingreso al yacimiento que se utilice para recepción de visitantes y un museo.
Según Alfonso García, “el proyecto de recuperación y puesta en valor del Cerro del Espíritu Santo que estamos llevando a cabo, brindará la oportunidad de ofrecer nuevos servicios y ofertas culturales a los visitantes y vecinos de nuestro municipio, pudiendo llegar a ser un motor económico para Vera como atractivo turístico y patrimonial”. En el año 2020, el Ayuntamiento de Vera compra la parte del CES declarada Bien de Interés Cultural (BIC) que todavía estaba en manos privadas. En total seis parcelas que suponen que el yacimiento pase de nuevo a manos del pueblo, a ser, cien por cien, propiedad del Ayuntamiento de la localidad, dándose así el primer paso del plan de revalorizar el yacimiento.




